Reconectando

El consumo de alimentos «vivos» aquellos que son capaces de germinar que mantienen su vitalidad deberían estar en nuestra dieta a diario.

Algunos de nosotros aprovechamos el tiempo de la pandemia para estudiar sobre temas de salud, para realizar cambios en nuestras dietas y para investigar fórmulas que aumentaran nuestras defensas. Una de mis prioridades especialmente los meses en que estuvimos confinados fue tener en casa alimentos frescos, consumir a diario alimentos «vivos». Hay muchas formas de conectar con la naturaleza y una en la que pocas veces pensamos es a través del alimento. Los alimentos que han madurado al sol tienen en nuestro organismo un aporte de vitalidad extra. Los alimentos vivos nos aportan energía y nuevas ganas de vivir. Este campo es probable que no lo leas en ningún registro de nutrición, pero el alimento no se puede solo analizar por sus parámetros químicos, por su composición, el alimento tiene además una energía propia que impregna todo nuestro ser. Porque no solo se está alimentando el cuerpo físico. En las épocas de adversidad extra, donde uno puede sentir más carga en la vida, problemas que pesan más de la cuenta, siente que la vida se hace una mochila de piedras a la espalda, debería recurrir a esta valiosa ayuda de nuestra Madre Naturaleza. Si bien es cierto que la mejora completa se sentirá combinando más factores como paseos por el bosque, jardines, estar más en lugares vírgenes, cerca de los árboles y las flores, caminar descalzo, los baños en el mar, lo cierto es que en muchas ocasiones nuestro día a día nos limita las opciones. Pero comemos todos los días y con un pequeño esfuerzo para arrancar y decidir un cambio la comida se puede convertir en nuestro mejor aliado en esta lucha, casi podríamos llamarle batalla, donde todos nosotros ansiamos una vida más feliz, más plena y más equilibrada.